miércoles, 19 de agosto de 2020

Capitulo 15






Emilio está solo en casa. Le ha dolido que nadie pensara en él, que Carlos y Juan salieran juntos como amigos y a nadie le preocupara lo que pueda hacer él, que se quede solo. Aunque por otro lado…
--¡¡estoy solo, solo¡
Aunque siente celos de la amistad entre su hermano y el chico que le gusta tiene ganas de ver si descubre algún “secreto” del guapo Carlos. Apenas pasará una semana con ellos, tampoco se ha traído muchas cosas. En especial ropa interior. A veces le ha visto la goma de los calzoncillos pero no sabe bien que tipo de calzoncillos usa. Ahora los tiene en la mano. Tipo boxers, ceñidos al cuerpo. Muy sexy.
--bueno, en él todo queda sexy.
Emilio se excita al imaginarse a Carlos con esas prendas.
--¡ojala pudiera verlo¡
Le ggustaría verlo en boxers,  marcando sus bellas formas y disfrutaría de su torso, de sus piernas desnudas. Es algo que le gustaría mucho. Aunque no sea tan amigo de él como Juan, ha descubierto la ropa interior que usa y eso ya es algo bueno que ha traído la convivencia. Sabe que está haciendo algo incorrecto y por eso se sobresalta al cualquier ruido. Sabe que va a tener problemas sí es sorprendido con los calzoncillos de Carlos en la mano. Le ha sobresaltado un ruido. Se tranquiliza al ver que es su celular. Es Conchi que lo está reclamando. 
--tío, ¿dónde estás? ¡habíamos quedado hace media hora¡
Emilio estaba sólo pendiente de Carlos, de poder registrar sus cosas que no se había acordado de su amiga.
--a ver ¿qué estás haciendo? –le pide ella.
Con los boxers de Carlos en su mano, Emilio sonríe pícaro:
--si supieras…
Esto enciende la curiosidad de la chica.
--¡¡cuenta, cuenta¡
--tengo los calzoncillos de Carlos en la mano.
Conchi abre bien los ojos y las orejas.
--¿es que te has acostado con él?
Emilio resopla excitado:
--buf, ya me gustaría.
En cuanto le cuenta que tiene a Carlos en casa y lo que está viendo, Conchi se apunta para ir pero Emilio no quiere.
--¡¡no, que tú eres capaz de meterme en un lío¡
--no seas así –se queja ella.
Emilio sabe que Conchi es lo suficiente alocada como para hacer algo que lo noten todos y no quiere que ni Carlos ni sus hermanos se vayan a enfadar con él. 
--No, no… ya estoy saliendo.
Y le cuelga. Conoce a Conchi, ya está de camino. Así que él no se quiere atrasar pero encontrarse a mitad de camino. Al guardar de nuevo la ropa interior en su sitio, Emilio se da cuenta de algo que tienen escondido al lado de la tele, debajo de un papel.
--¡que asco¡ –dice al ver que es una película pornográfica (y hetero)
Aunque luego se pone medio cachondo al imaginarse la situación. Su hermano y el guapo Carlos viendo porno juntos.
--¡qué picaros¡
Sonríe con cara de depravado.
--será cuestión de estar atento…

Juan y Carlos están dando una vuelta.
--¿y cómo te sientes en mi casa?
--bien, ya lo sabes. Me gusta estar contigo. Eres el hermano que nunca tuve y bueno a ver si así Isa me hace caso…
Los dos se tratan con mucho cariño.
--Aunque yo tengo hermanos pues ya sabes que para mí eres uno más. Sigas o no con Isa, para mí siempre serás mi hermano pequeño.
Carlos se lo agradece. Se sonríen.
--y hablando de hermanos ¿no te molestará Emilio?
Carlos se pone nervioso al pensar que Juan se esté dando cuenta de algo.
--No, ¿porqué?
Juan no quiere que Carlos se sienta mal por los sentimientos de Emilio pero tampoco se quiere poner en contra de él.
--no, es que como sabes que es gay… pues a lo mejor te incomoda. Mi hermano a veces…
Juan no sabe bien cómo continuar y Carlos no se lo permite.
--yo lo veo como un hermano –miente—y no pasa nada. Todo está bien.
Siguen caminando y hablando de sus cosas. Carlos le agradece una vez más que lo haya invitado a su casa.
--es como si me fuera de vacaciones, lástima que no tenga dinero.
Carlos echa de menos irse de vacaciones por la libertad sexual que tiene y por salir de casa de sus padres. Juan lo nota agobiado.
--¿siguen mal las cosas con tus padres?
Carlos se entristece.
--Su matrimonio ya se ha roto. Hasta duermen en habitaciones separadas. Mi padre se niega a irse y mi madre está segura que tiene una amante y lo peor es que la tiene. El otro día los vi juntos y me dieron ganas de vomitar ¡no era mucho mayor que yo¡
Juan trata de animarlo y se siente mal porque en realidad se alegra del fracaso matrimonial del guapo Carlos.
--¿y tu madre como se lo toma?
Juan tiene que hacer un esfuerzo para mostrar normalidad al hablar de su amada cuando sus hormonas de chico de 17 años están totalmente revolucionadas.
--Hasta ahora quería volver pero …
--¿¿ahora qué?
Juan habla ansioso aunque lucha para que no se le note. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--Recibe cartas de un admirador… las rompe pero sé que le gustan.
Juan está ardiendo.
--¿en serio?
Carlos se golpea los puños:
--¡¡cómo me entere quien es el que se quiere beneficiar a mi madre lo mato¡
Juan traga Saliva, dice un tímido:
--tiene derecho a rehacer su vida.
Aunque le asusta la reacción de Carlos, Juan está ilusionado. Siente que tiene esperanzas. Carlos no quiere seguir hablando del tema, para cambiar de tema, comenta:
--¿cómo te va con esa chica de la que me hablaste?¿aún no te hace caso?
Juan siente culpa por estar hablándose de su madre pero la ama y no piensa renunciar a él. Animado por las palabras de su amigo dice:
--Sé que la voy a conseguir…
Carlos le pone la mano en los hombros muy fraternal:
--Las chicas no sé en qué piensan.. con lo guapos que somos –irónico—y no nos hacen caso.
Los dos se ríen.
--Ella es que es un poco mayor pero sé que tarde o temprano la voy a convencer de que puede ser el hombre que necesita.
--Claro tú aún no cumples los 18 y si ella es mayor pues es normal que tenga miedo.
Juan fuerza una sonrisa. Siente que traiciona a un amigo pero el amor que siente por la madre de éste es superior a todo. Almenos le tranquiliza ver que su amigo no sospecha nada. No imagina que tan mayor es la chica que le gusta, que es su madre.


Es de madrugada, Emilio sale de su habitación. Todas las luces están apagadas. Camina agachas, abre un poco la puerta de la habitación. Siempre le podrá echar la culpa al perro que duerme tranquilamente en el sofá, piensa. La luz de la televisión ilumina la cama y lo que ve lo llena de desee. Los dos amigos están muy animados viendo una película porno. Juan está totalmente desnudo con una gorda verga entre sus manos. Carlos está en calzoncillos. Blancos, muy ceñidos. A Emilio lo tiene muy cachondo. Agachado a los pies de la puerta. Nunca estuvo tan cachondo. Además lo mejor está por llegar. Tiene que ahogar un jadeo cuando ve como Se saca la verga por el calzoncillo. Larga, dura y delgada. Emilio lo mira cachondo. Nunca pensó que podría ver a Carlos masturbándose. Sabe que sí es muy arriesgado lo que hace, que si le sorprende le irá mal pero no piensa irse, desea disfrutar todo lo que pueda.
--¿y si me uno a ellos? Yo también tengo derecho.
No se atreve. Sabe que su hermano se enojaría con él.
--Y si hago el que necesito algo, el que no se da cuenta.
No se arriesga a descubrirse y que se enojen y los interrumpa así que decide espiarlos temiendo pero sin preocuparse de las consecuencias.




No hay comentarios:

Publicar un comentario