miércoles, 19 de agosto de 2020
Capitulo 23
Llevado por el despecho y sus bajos instintos, Carlos está decidido a acostarse con Emilio. Éste está encantado de estar al lado del guapísimo chico. No sabe qué pretende de él.
--¿Dónde vamos?
Carlos le guiña el ojo y muy sensual le dice:
--aún no lo sé.
Emilio se estremece. Nunca Carlos ha sido así con él pero por lo que él sabe el chico ama a su hermana, es que ni se le pasa por la cabeza que en realidad sea gay y que pueda tener algo con él. A Carlos les suena el celular.
--un momento.
Carlos toma la llama:
--si, dime.
Un guapísimo chico rubio, de ojos azules y cara de ángel (a Emilio le encantaría si lo conociera) le dice:
--hola, ¿me recuerdas?
Carlos sonríe con cara de pervertido. Se aparta el aparato. Mira a Emilio.
--un momento, ¿eh? Es personal.
Carlos se aparta para que Emilio no le pueda escuchar. Emilio no está pendiente de con quien pueda estar hablando Carlos y qué pueda estar diciendo, lo único que le importa es que Carlos le gusta mucho y está a su lado. Seguro que como pareja jamás podrá tenerlo, Emilio se conforma con que sean amigos, con estar a su lado. Carlos se muestra coqueto con el chico que lo llama.
--Si claro. Roque.
Roque siente que el corazón le va a salir por la garganta. Carlos le gusta mucho.
--que bueno que me recuerdas.
--Claro el otro día en la playa, te bañaste en bolas con el frío que hace. No pensé que me llamaras después de lo que pasó.
--No iba a hacerlo, necesito verte.
--Yo no me puedo alimentar sólo de lo que tú sabes, si nos volvemos a ver será para todo.
Roque no lo tiene nada claro:
--por favor ven a verme y hablamos..
--está bien.
Carlos no lo duda. Emilio es muy guapo y lo ama pero está demasiado dispuesto y así que prefiere probar suerte con el que se le resiste más.
--me ha salido un compromiso, luego nos vemos.
Aunque no pierde la sonrisa, Emilio sí está un poco decepcionado.
--pero ¡donde íbamos a ir¡
Nunca un hombre le ha mostrado amor como Emilio.
--definitivamente no puede tener nada con él, es capaz luego de pedirme matrimonio –dice para si.
A Carlos le gustaría tener una relación sexual con Emilio sin complicaciones pero no cree que Emilio a la larga aceptara sus condiciones.
--No, nada, sólo quería que fuéramos a dar una vuelta…
Aunque piensa que ha sido muy mala suerte que los interrumpiera, está muy contento por este acercamiento entre ellos dos. Ahora que no lo verá en su casa, todo depende de lo que haga Emilio.
--Carlos ha demostrado que podemos ser amigos¡ojalá lo logre¡ ¡¡tengo que hacer lo imposible para no perderlo de vista¡
Aunque no suele hacerlo mucho, Emilio se ha quedado muy ansioso y entra a comprar tabaco. Se queda un buen rato fumando. También fumando, Carlos se ha acercado hasta la playa. No le gusta estar con un chico en su ciudad, le da miedo que alguien pueda descubrirlos pero Roque es un chico guapísimo y no quiere renunciar a él. Roque es un joven atractivo. Pelo rizado, rubio. Ojos de un azul más intenso que el cielo. De unos 19 años. Lleva tejanos estrechos. Se le ve un culito pequeño pero muy apetitoso. Se acercan el uno al otro. Se saludan, se miran con intensidad. A ambos les gusta mucho el cuerpo del otro. Aún es invierno y no hay nadie ni en la playa ni en la zona. Igual ambos son discretos a la hora de saludarse. Aunque le atraen los labios del otro se controlan. Carlos lo que necesita es explotar ya.
--venga, vamos… ¿has traído el coche?
Carlos tiene la palabra sexo escrita en el rostro.
--No espera –le dice Roque—damos un paseo por la orilla.
Carlos mira a Roque como si estuviera loco.
--Mira ni pienso estar sólo mamándotela ni menos de paseo. Si quieres estar conmigo, me tienes que dar algo más.
Roque mira a Carlos decepcionado:
--¿Por qué tienes que ser así?
Carlos se lleva las manos a la cabeza frustrado.
--¡he dejado ir a un chico con el que tenía asegurado un polvo para ver contigo y no me salgas ahora con que no quieres¡ ¡¡Me gustó mamártela la otra vez pero yo quiero algo más y te lo dije¡
Carlos está molesto. Mira con dureza a Roque.
--¿no me puedes dar un poco de tiempo?
Carlos mira a Roque con desprecio se burla de él.
--¿qué eres una nenaza?
A Carlos le gusta mucho Roque y tiene ganas de sexo. Espera que presionándolo lo logre.
--pero a mí me basta sólo con mamártela, yo…
Carlos se da cuenta que no va a lograr nada.
--no te puedo esperar toda la vida... –Carlos.
Agarra su celular:
--llamaré al otro chico… él está siempre dispuesto a complacerme.
Sabe que a Emilio si quiere lo podrá tener cuando guste así que ahora lo que más desea es estar con Roque. Confía en que los celos lo hagan reaccionar. Roque habla con cierta timidez:
--me gustas mucho y me gustaría que fuera especial...
--no me interesa yo los hombres los uso y los tiro..
--pues no es lo que espero en un hombre... y me da pena... me gustas... mucho... –Roque dolido.
--lo siento pero yo medio estoy con una chica. No me interesa nada serio, sólo desahogos puntuales.
Roque le da un beso en los labios.
--fue lindo conocerte.
Carlos mira a Roque molesto.
--¡qué perdida de tiempo¡
Carlos se va alejando con el celular en la mano. Está enojado y lo va marcando para llamar a Emilio. Roque está totalmente seducido. No quiere que lo usen sólo como objeto de placer pero es que no quiere renunciar a Carlos.
--¿que me está pasando?
Al propio Roque le sorprende que le guste tanto Carlos que esté dispuesto a arriesgarse, a estar con él y que luego lo hace. Lo llama.
--Carlos… está bien.
Carlos se le acerca con cara de depravado.
--¿porqué no lo intentamos.?
Carlos no tiene problemas:
--podemos tener todo el sexo que queramos pero tú no te metes en mi vida y yo en la tuya.
Roque no sabe si Carlos querrá verlo después, Carlos no quiere complicarse la vida pero los dos se gustan mucho y desean estar juntos. Van al auto de Roque. El deseo de ambos hacen que no se preocupen demasiado en si la gente los pueda ver o no. Confían en ser discretos.
Algunas semanas después, Carlos y Roque se arreglan la ropa. Están en el auto de él. Roque siente celos porque Emilio ha llamado a Carlos y ha quedado con él.
--¿quién es ese chico?¿te acuestas con él?
Carlos sale del auto y mira a Roque con dureza.
--¡tú y yo no somos nada¡ ¡no me hagas una escena de celos¡
Roque sabe que Emilio está enamorado de Carlos. Lo que no imagina es que Carlos se hace el hetero ante él y no ha pasado nada. Roque se traga sus celos porque sabe que de otra manera Carlos dejará de verlo.
Emilio y Carlos se han ido acercando en estas semanas aunque sólo como amigos. Carlos lo necesita como apoyo. Aunque en algún momento pensó en acostarse con él pues ahora se da cuenta que es mejor no mezclar el sexo con la amistad. Emilio no imagina que Carlos le da a otros lo que a él le niega y tanto desea. Emilio llega con Carlos a la casa.
--No creo que sea buena idea. Dame tú el libro.
--Pero es que sé que no hay nadie.
Y para demostrárselo llama al timbre.
--Ves, no está.
Van al cuarto de ella para buscar un libro de Carlos. Juan e isa inmensos en la pasión. No oyen nada y los ven fornicando como bestias. Emilio grita, Carlos huye indignado. A los hermanos les duele que Emilio los mire como si fueran unos monstruos…
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