Capítulo 4

Emilio acaba de llegar a casa de su abuela. Su padre apenas ha pasado un rato con su madre. El joven se da una buena ducha fría para relajarse. El viaje ha sido largo. El lavabo tiene dos entradas, por el pasillo que es la puerta que ha cerrado y desde una de las habitaciones. Emilio no se ha fijado en esa puerta. Iván entra. Le excita ver la ropa de su primo. El saberlo desnudo en la ducha. Mira un poco de reojo. Le gusta lo que ve.
--¡¡como está de bueno el primo¡ --dice para sí.
No sabe nada de él aunque le gustaría saberlo todo.
--¿y será gay? –va pensando.
Es algo que le excita mucho pero es su primo y sabe que no se puede arriesgar. No le interesa que su primo se enoje con él y lo acuse de acoso ante la familia.
--Por lo que recuerdo él y su hermano son un pedazo de buenorros.
Iván se excita al imaginarse hacían un trío con esos dos mellizos. Emilio está relajado bajo el chorro del agua, con los ojos cerrados. No se da cuenta de lo mucho que está disfrutando su primo de la visión de su cuerpo. Descorre la cortina y se lo queda mirando impresionado. Mira con descaro ya que Emilio tarda en darse cuenta. Hasta que siente la corriente. Abre los ojos y se sorprende al encontrarse a su primo.
--¿qué haces aquí?
Iván disimula un poco pero no deja de mirar a Emilio. Es un chico muy atractivo y mojado, viendo como el agua desliza por sus partes más sensuales es algo que le pone muy cachondo.
--supongo que no te molesta que esté aquí ¿no?
Iván se empieza a desnudar mientras va mirando a su primo sensual. Emilio se traga su deseo. Sus ojos se clavan en el cuerpo de su primo, le gusta mucho. Le cuesta hacer como si no pasara nada. Su primo no es un hombre cualquiera, no se trata que lo quiera seducir y le diga nada, el problema es que se llegue a enterar su padre que ha querido seducir a su primo. No le iría nada bien y más teniendo en cuenta que está castigado y la relación con su padre no está en su mejor momento. Iván entra en la ducha.
--tírate para allá… déjame sitio.
Los dos tratan de comportarse con normalidad cuando a ambos les encanta el cuerpo desnudo del otro, a los dos les pone cachondo el otro pero a los dos les preocupa que el otro se enoje y por eso prefieren que sea el otro quien tome la iniciativa. Ninguno de los dos la toma. Ambos desnudos, cubriendo su cuerpo de jabón. Deslizando sus manos por todo el cuerpo y la vista clavada en el otro. Ambos se desean, ambos lo callan y ambos están muy tensos. Sienten el deseo del otro pero no se animan a dar el primer paso. Para relajarse un poco, Iván le da charla.
--he oído que te han castigado y por eso estás aquí.
Emilio sonríe tímido. Hace que sí con la cabeza pero no dice nada. Iván esperaba poder iniciar una conversación pero Emilio no se atreve a contarle. Iván insiste.
--¿Porque te han castigado…?
--¿Quieres saberlo? –Emilio nervioso y excitado.
--Si, claro.
Emilio habla exaltado. Se le traban las palabras. Mira los genitales de su primo y dice con timidez.
--Por mamársela a mi profesor.
Iván traga saliva. Le gusta su primo y le pone cachondo imaginárselo en esas. No dice nada pero lo sorprendido. Emilio nota que su primo se pone caliente y sigue hablando:
--nos pillaron en plena acción … él tenía toda la cara manchada de mi leche.
Los dos se miran nerviosos y cachondos. Emilio quisiera que Iván se animara, que tuvieran una conversación erótica y eso llevara a otra cosa pero Iván sólo acierta a decir:
--Que putada.
--Por suerte ya había acabado --dice Emilio tímidamente pero con ganas de seductor a su primo.
Los dos desnudos, se gustan pero son primos y les preocupa que el otro le cuente y se entere la familia.

Cae la noche, los dos solos en la habitación. Los dos en boxers.
--hace calor ¿no? –dice Iván abriendo la ventana.
Emilio se queda desnudo.
--sí, mejor dormimos en bolas.
La vista del uno se clava en los genitales del otro están ardiendo. Tienen que dormir en la misma cama que por suerte es enorme. Cada uno se instala en una punta. Desean rozarse pero saben que si lo hacen sus sentimientos quedarán al descubierto y ninguno de los dos está seguro que el otro no se vaya a ofender.

En la mañana, Emilio baja a la cocina. Está vestido con ropa de sport. Se encuentra a Iván. En boxers. Tomando leche directamente del envase. Se le cae algunas gotas que deslizan por su pecho. Emilio está bien cachondo. Sigue el recorrido de esas gotas por todo el torso de Iván. Emilio sigue más abajo. Iván no marca mucho paquete pero a Emilio le gusta lo que vio el día anterior en la ducha. Le gusta lo que está viendo en ese momento. Iván lo mira. Le sonríe.
--hola, ¿Qué tal?
Emilio sonríe nervioso. Para decir algo le pregunta:
--¿No está la abuela?
--No, a esta ahora está en misa.
Emilio está más tranquilo al darse cuenta que están solos. Así se evitan que la abuela pueda ver algo que lo comprometa. Emilio va a la nevera sin quitarle ojo al cuerpo de su primo.
--Quiero leche.
Iván muestra el cartón vacío.
--es la única que quedaba, ahora solo quedan las de mis pelotas –dice agarrándose los testículos sensualmente.
Lo dice como un juego en el que pretende saber lo que siente Emilio. Si se asusta pues puede decir que era una broma y se le sigue el juego.
Emilio le sigue el juego excitado.
--pues sírveme…
Emilio está nervioso y caliente. Espera que su primo le permita hacerle una mamada. Iván se baja el bóxers y se empieza a masturbar. Emilio no cree que su primo llegue a tanto e Iván espera que Emilio le saca la verga de las manos en cualquier momento y se la meta en la boca. Aunque lo desea, Emilio no se anima a tanto. Iván apunta a un vaso y jadeando dice:
--Te la vas a tomar toda.
Iván le da de beber su leche en un vaso.
--¡era una broma¡ --dice Iván sorprendido al ver que Emilio se la toma y relame al vaso.
Lo que Iván pretendía es que se la chupara él pero Emilio se conforma con saborear a su primo.
--estaba rica.
--¡estás loco¡ --dice Iván sensual y excitado.
Después de haber probado su espera, Emilio se siente en confianza con su primo. Le acaricia el torso, le pellizca los pezones y le dice:
--pero me gustaría otro día beber directamente de la botella.
Los dos se estremecen. Iván tampoco quiere mostrar que le gusta su primo. Quiere que en el caso que los descubran todas las culpas sean para Emilio. 
--sabes que somos primos que si se enteran nos va a ir mal…
--tú has comenzado… --dice Emilio cachondo.
Iván no dice nada. Se sube el calzoncillo y se va. Emilio se queda algo ansioso porque no sabe si su primo sólo se burla de él o quiere tener algo con él. La presencia de la abuela los pone nervioso. Tienen miedo que descubra algo. No se dicen nada en todo el día. A solas en la habitación, es el momento. Los dos no hacen más que mirarse, que provocarse cuando están a solas. Desean calentar al otro para que se lance. Emilio muy atractivo en bóxers. Está ordenando un cajón. Iván ya no puede más. Abraza a su primo. Lo acaricia en el torso, los pezones, el ombligo. Le hace sentir todo su cuerpo. Emilio está contento. 
--por fin –piensa.
Iván va bajando, le va metiendo la mano en el bóxers mientras le besa el cuello. Luego se arrodilla. Sin dejar de acariciarlo le va bajando el bóxers con la barbilla y le va besando el trasero. Emilio cierra los ojos. Iván clava sus dedos en el blandito trasero de Emilio (que se empieza a masturbar) mientras le va chupando todo el trasero. Emilio siente la lengua de Iván muy dentro de él y eso lo tiene cachondo. Ya no puede más y se da la vuelta. Iván chupa la verga de Emilio. Se nota experto. No la toca, sólo con la boca. Le va pellizcando los testículos excitándolo mucho. Emilio resopla, jadea. Iván está saboreando el pene de su primo. Emilio ya no tiene dudas que Iván siente las cosas como él y disfruta porque Iván le está haciendo muy buen trabajo y porque tiene todo un verano para disfrutar de su primo. Cuando más excitado está Emilio, Iván se levanta. Emilio lo mira con cara de:
--¿qué haces? Ahora no me dejes así.
Iván muy caliente, Empuja a su primo a que se arrodille y se la chupe él. Iván agarra la cabeza de su primo para que se la chupe hasta el fondo y le estira del pelo graduando sus movimientos, para que sea muy rápido. Lo está ahogando y los dos lo disfrutan mucho.