Carlos le suplica con la mirada a Iván que no diga nada pero éste no se calla.
--¡Este de hetero no tiene nada, ha cogido con más chicos que tú y yo juntos¡
Carlos agacha la cabeza. Emilio está muy impactado.
--¡¡eso es imposible¡
Iván mira burlón a Carlos:
--Dile, dile que esta mañana cogimos en la playa y que no es nuestra primera vez.
Emilio está boquiabierto, mira a Carlos con ojos llorosos. Casi en estado de shock. No es capaz de decir nada. Carlos está muy incómodo. Ni le apetece dar explicaciones ni hacer un show ya que se da cuenta que hay gente alrededor escuchando.
--Yo no tengo que dar explicaciones.
Iván agarra del brazo a Carlos y molesto le dice:
--¿¡¡a qué juegas con mi primo?
Carlos mira un poco avergonzado toda la gente que hay a su alrededor.
--¿no podemos hablar de esto en privado?
Iván empieza a gritar a la gente.
--¡¡largo de aquí¡
Luego mira a Carlos:
--¡ya estamos solos¡ ¡¡habla¡
Carlos no se atreve a mirar a los ojos a Emilio. Lo quiere mucho y le duele su dolor. No está dispuesto a dejar que lo juzguen.
--Vale, sí soy gay ¿y qué?
Como Emilio no puede hablar, es Iván el que reclama:
--¿¿has estado jugando con mis primos? ¡A Emilio lo has dejado frustrado y que pasa con Isa ¿no es que la amabas?
--¡Yo he sentido cosas por Isa, estoy seguro que la iba a hacer feliz aunque para el sexo prefiero a los hombres. Yo no he engañado a Emilio, hubiera hecho mal si me hubiera acostado con él pretendiendo a su hermana¡
--pero te acostabas con otros –le reclama Iván.
Emilio decepcionado dice:
--¿porqué otros y no yo?
Carlos sufre por el dolor de Emilio. Nunca lo quiso lastimar. Le duele ver ese dolor en unos ojos que antes lo miraban con amor y devoción:
--Porqué tú buscas algo serio y yo sólo divertirme. Tú no eras de sólo diversión y yo no te puedo dar lo que tú quieres.
Emilio que no ha tenido nada con Carlos sufre. Le dolía menos saberlo imposible por hetero que saber que es gay y se acuesta con cualquier menos con él. Se siente estafado. Puede aceptar que Carlos no quisiera tener nada con él siendo hetero pero siendo gay, eso le cuesta digerir.
--Ojalá nunca te hubiera conocido –le dice entre lágrimas.
Esa mirada herida se le clava en el alma a Carlos.
--Lo siento yo… --dice tratando de acariciarlo.
Emilio lo rechaza dolido.
--¡¡te odio no quiero verte nunca más¡
Emilio sale huyendo. Carlos se ha quedado triste. El odio de Emilio es algo que lo mata, que le hace darse cuenta de lo mucho que lo quiere. Quisiera ir tras él pero Iván no le deja.
--¡¡déjanos en paz, ya nos has hecho mucho daño¡
Carlos está molesto con Iván y consigo mismo:
--¡¡¿porqué has tenido que volver?¡
Están en ese enfrentamiento cuando un frenazo y un golpe de alguien que ha sido arrollado les hiela la sangre. No han visto como Emilio cruzaba la carretera. Un auto le ha pasado por encima y queda tumbado en la carretera, en medio de un baño de sangre. Tanto Carlos como Iván van corriendo hacia el lugar.
--¡¡Se ha matado, se ha matado por tu culpa¡ --le reclama Iván.
Carlos se lleva las manos a la cabeza. Está viviendo una pesadilla de la que quisiera despertar en cualquier momento. Rompe a llorar.
La familia se ha reunido en el hospital. El estado de Emilio no parece grave para aún no recobra el conocimiento. Los médicos no son claros. Todos están muy angustiados. Juan, Isabel y los padres de los muchachos. Carlos está en un rincón. Se siente incómodo con la presencia de Juan e Isabel (que también lo miran distantes) pero lo que más le preocupa es que a Emilio le pueda pasar algo.
--pero ¿¿qué es lo que ha pasado? –pregunta el padre.
--No lo sé… exactamente no lo sé –dice Iván mirando a Carlos con reproche.
Llega Conchi con Roque. Los dos muy preocupados.
--pero ¿¿qué ha pasado?
La angustia se respira en el ambiente.
--¿podemos verlo?
--No, mejor espera un rato –padre.
Todos se van dispersando un poco mientras esperan noticias. Juan se acerca a Carlos tímido.
--¿cómo estás?
A Juan le duele mucho haber perdido la amistad de Carlos. Éste muy preocupado.
--por favor… déjame ir a ver a tu hermano.
--sí claro… sabes que para mis padres eres un hijo más….
Iván no le saca los ojos de encima.
--es que él no me va a dejar.
Juan no entiende lo que está pasando y Carlos no tiene ganas de explicarle. Le pide que entretenga a Iván y así él puede entrar. Juan hace lo que le pide. Carlos entra, se le parte el alma ver a Emilio tan frágil. Se sienta sobre la cama. Le angustia mucho pensar que a Emilio le pueda pasar algo.
--No me hagas esto… No me puedes dejar.
Le da un beso en los labios y como si fuera una princesa de cuento, Emilio despierta. Le medio sonríe. Carlos lo acaricia ansioso y aliviado porque se ha recuperado:
--¡¡si quieres podemos intentarlo, lo que sea menos perderte¡
--no quiero tu lastima.--dice débilmente.
Está feliz que lo haya besado pero ahora no lo quiere aceptar.
--ya es tarde… --dice Emilio herido.
Carlos está desesperado.
--Tengo miedo al compromiso pero más miedo tengo a perderte.
Para convencerlo lo besa y entra el padre. Se le hiela la sangre.
--¿¿Qué es esto?
--su hijo y yo estamos enamorados --dice Carlos para sorpresa de Emilio.
El hombre cree que Carlos dejó a Isabel por Emilio y se pone furioso. Deja bien claro que jamás permitirá a Emilio estar con el novio de su hija. Carlos está convencido que Emilio defenderá su amor pero Emilio no quiere a Carlos a su lado porqué no está convencido de los sentimientos de éste. No lo desea a la fuerza, lo ama demasiado para tenerlo a su lado por obligación.
--No, yo tengo novio. Se llama Roque.
--Si, acaba de llegar –padre aliviado.
--Que entre.
Carlos se va dolido por el rechazo de Emilio. Él y Roque se encuentran cara a cara. Ambos se sorprenden al verse pero no se dicen nada. Para sorpresa de todos, el padre echa a Carlos de la clínica de malos modos y sin dar explicaciones. Carlos se va angustiado por el rechazo de Emilio, de su padre. Cuanto más lo alejan de él más se da cuenta de lo mucho que lo necesita y quiere. Por su lado, Emilio se quiere refugiar en los brazos del guapo Roque. Éste impresionado por haber visto a Carlos le pregunta qué tiene que ver con él. Carlos ya es su pasado y por eso no tiene problemas en confesar que estuvo muy enamorado de él pero qué Carlos sólo quería sexo. Emilio se siente muy humillado y no quiere saber nada de un amante de Carlos y le pide que se vaya sin darle explicaciones. Ni siquiera a Conchi se las quiere dar. Juan entra en la habitación de su hermano que está llorando. Se siente en la cama. Lo acaricia con cariño.
--¿qué está pasando?
El cariño de su hermano hace que Emilio se confiesa ante Juan:
--¿tú sabias que Carlos es gay?
--¿que tontería dices?
--Se acostaba con todos menos conmigo… --Emilio con amargura.
Juan no puede creer en lo que le dice su hermano, cree que es por el golpe.
Días después,
Conchi recibe una noticia que la deja impactada. Se ha quedado embarazada. Como loca busca al padre, Ronny. El chico que desgarró los preservativos a posta sonríe por dentro aunque ante ella se muestra despreciativo y serio.
--¿y? a las putas les pasan estas cosas. No es mi problema, a saber quien es el padre.
Conchi llora le suplica.
--¿porqué me haces esto? ¡tú eres el padre¡
Los ojos de Ronny brillan de odio. Se ha divertido con Conchi pero además se ha vengado de Emilio. Lo odia porqué tuvieron sexo y gozó. Conchi ama a ese chico y no entiende qué pasa.
--¿porque me haces esto?
Con satisfacción, Ronny dice:
--pregúntale a tu amigo Emilio… que te cuente lo que me hizo.
Conchi no imaginaba que su Ronny era el mismo de Emilio. Se derrumba al darse cuenta que está sola. Ronny se siente más macho por haber preñado a una chica. Siente que las chicas le van mirando de otra manera. Dos le coquetean y él se siente feliz.
Por otro lado, Iván ya se ha ido, Emilio, ya en su casa, no quiere aceptar a Carlos ni a Roque. Se queda triste tumbado en la cama. Juan trata de animarlo. Está muy preocupado por él porque ya ni siquiera habla con Conchi. Es de noche, están los dos en bóxers. Juan se sienta a su lado en la cama. Le pone la mano en la pierna muy fraternal.
--No puedes seguir así. No puedes enterrarte en vida. Tanto desear a Carlos y ahora que él se ve dispuesto ¿le dices que no?
--Carlos se siente culpable del accidente, por eso ahora sale que quiere tener algo conmigo. Así no me vale.
A Emilio le gustaría que Juan le dijera que está equivocado, que Carlos lo quiere enserio pero Juan no piensa eso.
--¿Y Roque? Él te quiere de verdad.
--No, al verle la cara recordaría que Carlos se acostó con él y eso me duele. Me duele mucho.
Juan abraza a Emilio. Lo besa cariñosamente. Le duele verlo triste. Emilio se va quedando dormido en sus brazos. Por otro lado, Carlos no puede dormir. Imagina a Emilio feliz en los brazos de Roque y a él odiándolo. Siente dolor porque Emilio y celos porque está con otro. Esto le ha hecho darse cuenta que está enamorado de él. Está muy sofocado y entra en el baño para darse una ducha fría. Nada alivia su dolor y acaba derrumbándose. Llora.
Sabiendo que todos duermen, Juan entra en la habitación de su hermana. Isabel mira excitada la desnudez de su hermano pero a la vez asustada.
--¡No debes venir, nos pueden ver¡
Él le guiña el ojo. La mira pícaro.
--Duermen, no los despiertan ni un terremoto.
Juan en bóxers. Cada vez lo dos están mejor juntos. Son apasionados y no quieren reprimirse. El mundo se paraliza cuando están juntos y se olvidan de todo. El padre va al baño y oye los jadeos, entra sin dudar y se le para el alma. No hubiera aceptado ver a su “ niña” en brazos de otro pero menos en los brazos de su hijo.
Entre gritos y llantos, Isabel y Juan, casi con lo puesto, abandonan la casa de sus padres. La madre llora, el padre dice que están muertos para él. Emilio empeora aún las cosas porque se va con sus hermanos. Se montan en un viejo auto que acaba de comprar Juan.. Carlos llegaba a la casa y se encuentra con la marcha de los hermanos. No soporta la idea que Emilio se aleje de él. Está dispuesto a irse con ellos, a comenzar de nuevo. Emilio dice un rotundo:
--No
Isabel y Juan ya en el auto. Carlos se lleva las manos a la cabeza. Está desesperado:
--¿¿No decías que me amabas? ¿¡porqué no me das una oportunidad? ¿No puedes entender que creer que te iba a perder me ha hecho reflexionar?
Emilio siente que se derrite. No ha querido ver a Carlos porque sabía que se iba a caer a sus pies pero lo ve sincero y eso lo emociona:
--¿En serio sientes cosas por mí?
Carlos defiende su amor con ansiedad:
--Estoy dispuesto a irme contigo y con tus hermanos… ¿no es eso suficiente prueba?
--Y después?
--Hubiera podido tener sexo contigo pero me daba miedo perder tu amistad, ahora la he perdido igual y me he dado cuenta de lo tonto que he sido, que tú me amas es lo mejor que me ha pasado y es que no lo he sabido porque nunca antes lo había vivido. Yo también te amo y no me importa los riesgos. El único riesgo que me importa correr es el vivir sin ti.
Emilio lo que más desea es la felicidad de Carlos y por eso no lo quiere a su lado a la fuerza. Carlos es claro:
--déjame que te demuestre que mi felicidad está a tu lado.
Emilio lo ama a Carlos, ha soñado tanto con un momento así. No puede desaprovechar la ocasión. Siente su dolor y su desesperación. Sí desea intentarlo. Lo abraza, no hacen falta más palabras. Se besan entre lágrimas. Juan los apura:
--nos tenemos que ir.
Maneja Juan. Isabel a su lado. Carlos y Emilio detrás. Las dos parejas se van, no saben donde, no saben cómo van a vivir pero saben que estarán juntos pese a la oposición de sus padres. Se alejan todo lo que les permite el día. En la noche toman dos habitaciones en un sencillo motel. Pese a todo no pueden estar más felices. Juan entra a Isabel en la habitación en brazos. Se sienten marido y mujer. Por primera vez él se siente libre de decir que la ama y que estarán juntos siempre. Por su lado, Carlos y Emilio se encuentran desnudos en la cama. Se miran con deseo, con amor. Tiemblan. Se funden el uno en brazos del otro. Emilio llora de felicidad, ahora sí su sueño se cumplió. Emilio está feliz entre los brazos de Carlos que lo acaricia con mucho cariño. Se hablan con la voz rota, con mucho amor.
--no puedo creer que esto esté pasando –susurra Emilio.
Carlos lo abraza y lo besa:
--Yo tampoco.
Emilio mira a Carlos cómo si fuera un Dios. Carlos siempre tuvo miedo de que Emilio se decepcionara de él después de estar juntos. Ve en sus ojos un gran amor y eso lo hace feliz. Le acaricia las lágrimas.
--¿estás contento? –le pregunta dulcemente.
Emilio está tan feliz que apenas le sale la voz.
--¿y me le preguntas? –murmura.
Carlos lo abraza con fuerza. Es la primera vez que hace el amor. Ha sido distinto a las otras veces, siente que ha estado perdiendo el tiempo pero al fin está donde siempre debió estar. Es muy amoroso con Emilio.
--¿y porqué lloras?
Emilio sonríe entre lágrimas:
--porqué te soñé toda mi vida y eres lo mejor que me ha pasado.
Emilio está tan feliz que se le corta la voz. Carlos lo estrecha entre sus brazos.
--ven acá… --le dice con mucho afecto.
Lo abraza, se funden en un solo cuerpo.
--¿en serio te hago feliz? –pregunta Emilio preocupado.
Carlos sonríe abiertamente.
--Nunca fui tan feliz.
--Si algún día no te hago feliz…
Emilio no quiere que esté con él a la fuerza pero Carlos no quiere que le dé más vueltas a las cosas. Lo calla con un beso y empieza a hacerle cosquillas. Ríen, es la risa de la felicidad, del amor…
Tiempo después… la suerte ha sonreído a las dos parejas. Lejos de sus padres, tienen trabajo, casa y amor. Isabel además anuncia a Juan que está embarazada lo que llena de dicha a Juan. Emilio es el primero al que Juan le dice la noticia. Emilio se alegra por su hermano. Lo ve feliz pero no puede evitar hablarle de los peros. Juan no quiere escucharlo.
--Voy a ser padre, soy feliz. Aquí nadie nos conoce.
--Pero Isabel es nuestra hermana aunque no de sangre, ese bebé nunca podrá llevar tus apellidos. Bueno los llevará porque serás su tío.
--Soy feliz… --enamorado y sin importarle nada.
--Pues me alegro.
Los hermanos se funden en un abrazo. Carlos e Isabel se acercan. Ambos han aprendido a verse como hermanos. Isabel abraza a Juan. Carlos a Emilio. Las dos parejas se sonríen, susurran que se aman y se besan. Están seguros que nunca nada ni nadie los separará igualmente ellos están dispuestos a luchar contra lo que sea.
2 años después… Carlos y Emilio se están bañando en la playa con dos pequeños niños: un rubito llamado Juan de poco más de un año y un moreno llamado Emilio de algo más de dos años. Tanto los hombres como los niños están desnudos. Hay armonía y felicidad entre la pareja. En la arena los observa las madre de los niños, Isabel y Conchi. Todos viven como en un paraíso a parte y están contentos. Juan camina desnudo hacia el mar. Se tira al agua. Carlos y Emilio juegan con los pequeños. Tienen una vida plena y feliz. Juntos se sienten realizados como pareja, como hombres. Están felices en el amor y esos dos pequeños sobrinos a los que adoran son casi como hijos suyos. Se sienten una familia completa y están contentos. Carlos con Juanito y Emilio con el otro pequeño. Muy pendientes de ellos jugando con ellos y enseñándoles a nada. Juan se une al grupo. Abraza a su hijo radiante de felicidad. Carlos y Emilio se abrazan. Llevan al hijo de Conchi en brazos. Emilio mira sonriente a Conchi. La joven ha encontrado una familia, un apoyo para ella y para su hijo. Se miran con complicidad, Emilio está feliz que su amiga del alma forma parte de esta nueva familia que son. Juan es un hombre libre y feliz. Tiene a la mujer que ama y ese hijo que es el fruto de su amor. Se baña y juega con él. A su lado Carlos y Emilio muy juntos con el pequeño al que abrazan entre los dos. Emilio siempre ha compartido todo con Conchi y su hijo no es la excepción. Lo siente como algo de él y le gusta haber trasmitido ese sentimiento a su amado. Carlos le guiña el ojo y le susurra un te amo. Emilio responde feliz otro te amo. Se miran con amor y se besan totalmente enamorados.
FIN.
Emilio está muy excitado. No puede creer que vaya a poder tener al fin sexo con su amado Carlos. Siempre pensó que era algo imposible. En ese noche de cumpleaños en donde los dos han bebido y los dos están contentos, Emilio se ha animado a hacer una propuesta. Él se deja convencer pero cuando Emilio ya se ha agachado y se la va a mamar Carlos dice que no y lo deja con las ganas. Carlos sale sofocado.
--No, con Emilio no. Él es mi amigo –dice para si.
No quiere mezclar amistad con sexo. No quiere que Emilio sea uno más, que sea como uno de esos guapos que le dan placer y nada más. Emilio se queda muy frustrado y además con miedo a que Carlos se quiera alejar de él.
--Yo, Carlos… es que yo –balbucea Emilio.
El chico trata de pensar si es mejor confesarle amor, decirle que no busca sólo sexo, que lo ama, que lleva tiempo quemando sus labios en el silencio, frustrando su cuerpo. Carlos se abrocha los pantalones. Él es al primero a quien le interesa que las cosas sigan como hasta ahora. No quiere perder la amistad de Emilio. Es consciente que Emilio lo ama demasiado y él no desea compromisos. Carlos abraza a Emilio que se derrite en sus brazos. Carlos lo besa en la mejilla. Busca desarmarlo y que no diga nada. Busca que Emilio crea que él no se da cuenta de nada, que siguen siendo los mismos amigos de siempre.
--los dos estamos muy borrachos no sabemos bien qué hacemos.
--si eso –jadea Emilio tranquilizándose al ver que su secreto para a salvo.
Tiene los labios de Carlos tan cerca. Los dos arden de deseo.
--venga, vamos… te llevo a tu casa…
--No, no hace falta. Vine en la moto.
Los dos están muy ansiosos. Emilio está demasiado caliente por todo lo que ha vivido esa noche y no sabe si podrá fingir un rato más. Carlos no insiste porque necesita joder. Espera poder encontrar un chico con el que hacerlo para olvidar al día siguiente. Carlos le sonríe:
--bueno, nos vemos mañana.
Carlos le guiña el ojo, se muestra dulce y Emilio se va sofocado. Excitado, enamorado pero tranquilo ya que todo sigue como siempre. Carlos se queda un rato en el lavabo. Aparece un chico guapo. Los dos miran nerviosos, se miran con cuidado hasta sentir que el otro busca lo mismo y entonces se encierran en el mismo váter donde dan rienda suelta a su pasión desenfrenada.
(Adam Sinclair)
Emilio llega a su casa ardiente. Se encierra en el baño para darse una ducha fría y desahogarse. Está ocupado. Alguien se ducha. Llama a la puerta.
--Juan ¿eres tú? Abre.
Cree que su hermano es el único que se ducharía a esas horas. Por eso cuando le abre no se extraña. Entra y se da cuenta que Iván es el que está en la ducha. Se sorprende al ver a su primo y desnudo, con el cuerpo lleno de jabón. Sus ojos se clava en los genitales. La aparición de su primo no puede ser más oportuna. A Iván le hace gracia la manera tan apasionada en la que su primo lo mira. Le sonríe y le dice divertido:
--cierra la puerta que con que tú me veas las bolas es suficiente.
Emilio no deja de mirar a su primo sofocado y con cara de pervertido.
--Vaya, parece que no te han ido muy bien las cosas en todo este tiempo. Como no volviste creí que ya tenías un macho que te enfriara pero veo que me equivoqué –dice Iván divertido.
Emilio está muy caliente y ver como su primo se toca su cuerpo, como va deslizando jabón por los genitales de éste lo tiene a punto de explotar.
--¿qué haces aquí? –jadea sorprendido.
--¡sorpresa, me quedo unos días con vosotros¡ --Iván divertido.
Emilio ya no necesita más preguntas, se desnuda con rapidez, se mete en la ducha y se lanza sobre su primo.
--oye, que no soy un hombre objeto –dice Iván divertido.
--por favor… Te necesito más que nunca.
Emilio está muy frustrado y necesita que su primo le alivie un poco esa frustración. Iván se agacha a su primo y le hace sexo oral. Emilio cierra bien los ojos. Piensa que es Carlos quien le está haciendo ese favor. Le gustaría tanto que esto fuera así. Luego Iván se levanta. Se apoya en la pared con el culo un poco en pompa y Emilio le da con todas sus fuerzas. Después de descargar el uno en el otro, los dos primos, en calzoncillos, van a la cocina. Toman una cerveza mientras hablan tranquilamente. Emilio le cuenta su pequeña historia con Carlos. Iván lo escucha con atención. Guarda un gran cariño a su primo y le duele saber que sufre por amor.
--Enamorarte del novio de tu hermana… ¡que fuerte¡
--¡Nunca fueron novios…¡ --dice Emilio como para justificarse.
--Bueno pero él es hetero… nunca te va a corresponder… --Iván cariñoso.
--hoy casi se la mamo… --sofocado.
No le confiesa que además han compartido a una chica porque es algo que no quiere que se sepa. El resto de la historia sí se lo ha contado.
--estaba borracho
Emilio está muy angustiado.
--No sé que hacer, me gusta mucho.
Iván le habla con cariño.
--si valoras su amistad es mejor que no hagas nada…
--sí pero es que amarlo, desearlo y saber que nunca podré tenerlo me está volviendo loco…
--Él es hetero, no le puedes obligar a estar contigo…
--lo sé--resignado.
Iván acompaña a su primo hasta la habitación donde ya duerme Juan. Iván la compartirá con ellos unos días.
Carlos no ha ido a su casa aún. Está amaneciendo. Ha acabado en la playa dándose un baño en calzoncillos. Iván se ha despertado temprano. Tenía ganas de ver el mar. Le excita ver a un chico bañándose. Lo ve de lejos pero se ve que está muy bien.
--vaya, no sabía que en la playa se encontraban estas maravillas…
Iván se desnuda del todo. A Carlos no le preocupa la compañía del otro chico. Al estar el uno al lado del otro se sorprende al reconocerse. Carlos no olvidará su primera vez. Iván sonríe.
--¡qué coincidencia¡
--¿qué haces aquí? –Carlos.
De entrada Carlos se pone un poco a la defensiva porque teme que Iván pueda ser un peligro para que se descubra su secreto.
--estoy en casa de unos primos… En unos días me voy…
Muy divertido, Iván se tira encima de Carlos.
--Tranquilo, esta ciudad es suficientemente grande para que no nos volvamos a ver.
Eso tranquiliza a Carlos. Se tiran encima el uno del otro.
--¡oye, no¡ ¡¡no hagas esto¡ --Carlos sofocado.
Iván le ha sacado los calzoncillos a Carlos.
--¡no, dámelos¡ ¡¡no seas loco¡
--¡así estamos los dos iguales¡ --dice Iván lanzando el calzoncillo.
Pese a que no es temporada de verano, que el agua esta fría, los dos, al saber que el otro está desnudo, se sienten muy calientes. Desean besarse pero ninguno de los dos desea arriesgarse a que los vea un conocido.
--¿porqué no vamos a un lugar donde estemos más tranquilos? –Iván sofocado y cachondo.
--Llevo el coche de mi padre… aunque aún no tengo el carné… --igual de cachondo.
--Eso a mi no me importa…
Los dos se miran con cara de depravados. Salen corriendo del agua.
--¡mariquita el último¡ --Iván divertido.
Van hacia su ropa y de nuevo corren hacia el auto de Carlos. Dentro del auto, ya más relajados se dejan llevar por la pasión.
Esa misma tarde, Emilio ha ido a tomar algo con Carlos. Está algo nervioso. Tiene miedo que Carlos esté molesto con él. Carlos lo que espera es que Emilio no le diga nada. Si Emilio le confiesa amor ya las cosas no serán como hasta ahora y eso es algo que quiere evitar. Carlos no hace ningún comentario de lo que pasó la noche anterior, como si no hubiera existido. Quiere que Emilio piense que estaba tan borracho que no se acuerda de nada. Emilio va mirando el reloj.
--¿tienes prisa?
--a ver si no se ha perdido… Es que vine con mi primo lo dejé porque quería ir a comprar unos recuerdos… ya debería haber vuelto…
--¿tu primo con el que te lo hiciste?
A Emilio le excita hablar a Carlos de los otros hombres con los que lo ha hecho. Le gustaría verlo celoso pero no es así.
--si, está pasando unos días con nosotros.
Carlos tiene un mal pálpito pero él mismo se convence que lo que está pensando no puede ser. Su presagio se hace realidad cuando tiene delante a Iván que se sorprende al conocer al Carlos del que le ha hablado su primo. Emilio no puede hacer las presentaciones porque Iván dice riendo:
--¿Este es el hetero del que estás enamorado?
A Emilio le molesta la indiscreción que descubra sus sentimientos pero eso es lo que menos le preocupa a Carlos. Hace gestos a Iván como pidiendo silencio. En otras circunstancias sí le guardaría el secreto pero no cuando está engañando a su primo.
Han pasado varias semanas y Emilio ha seguido al lado de Carlos amándolo en silencio. Quemando su amor pero siendo feliz a la distancia. La compañía de Roque lo ha ayudado. Se levanta desnudo de la cama. Roque queda desnudo en ella.
--No te vayas.
--tengo un compromiso.
Emilio se viste deprisa y se va. Los dos se llevan bien pero Roque sabe que hay algo más importante que él y nunca ha sabido qué. Ese algo es Carlos.
--gracias por venir.
--No podía perdérmelo--dice Emilio sofocado.
Es el 18 cumpleaños de Carlos… Lo celebra en la discoteca de moda. Ambos están muy contentos.
--venga, bebe tú también--le va diciendo Carlos.
Carlos bebe bastante. Emilio sólo cuando Carlos le da de su copa. Le excita beber de donde ha bebido él. Posar sus labios donde antes lo ha posado Carlos. Ese intercambio salivar por medio de la bebida. Ambos fuman. Comparten el mismo cigarro. Es algo que a los dos les excita bastante. Esos labios, Emilio los desea tanto. Carlos lo mira de reojo. Le encanta el cuerpo de su amigo. Ahora que está borracho podría tal vez dejarse llevar. El amor de Emilio hacia él le hace sentir importante. Saber que Emilio está a su lado frustrando su amor, un amor que él no le quiere dar porque tiene miedo a perder la amistad de Emilio, porque tiene miedo a decepcionarlo. Carlos sabe que podrá encontrar otro quien haga gozar su cuerpo pero no le será tan fácil encontrar un amigo, alguien que lo quiera de una manera incondicional como lo está amando Emilio.
--¿vamos a bailar? –Carlos.
Emilio hace que sí con la cabeza. Está muy excitado. Aunque han venido con otros amigos de Carlos, Emilio no se separa de él y Carlos no le dice nada. Se lo permite y eso a Emilio lo hace muy feliz. Van al centro de la pista bailan muy alocadamente tocando mucho sus cuerpos lo que excita mucho a ambos. Carlos está totalmente borracho, Emilio también está ebrio pero ebrio de amor. Una joven no le saca los ojos a ninguno de los dos. Se mete en medio. Carlos le sigue el juego a la chica pero Emilio se para mientras que ve que ella le coquetea. Carlos y la joven se dicen algo al oído y ésta se va mirándolos a los dos cachondo.
--¿¿y está qué quiere? –Emilio con desprecio.
Carlos le agarra del brazo:
--coger con los dos.
Emilio pone cara de sorprendido y asco. Carlos va estirando a Emilio hasta la salida.
--venga, que nos lo vamos a pasar muy bien…
Emilio está aterrado.
--No, no… ve tú…
Le atormentan los celos pensar que Carlos quiera estar con esa chica pero se resigna. Carlos se gira y mira a Emilio coqueto.
--No seas así, hazlo por mí. Ella quiere con los dos, no me puedo presentar solo.
Emilio está muy sofocado. La idea de ver a Carlos haciendo el amor con una chica es atrayente. Nunca pensó que tendría esa posibilidad pero el precio es demasiado alto.
--Tú sabes que soy gay.
Carlos le guiña el ojo. Le pone la mano en las mejillas. Le habla con mucho cariño y Emilio se derrite. Esos labios, cómo le gustaría lanzarse hacia los labios de su amado.
--hazlo por mi… ¿nunca has estado con tía?
--no
--Tu haz lo que yo.
Carlos no tiene ningún interés en esa joven pese a que es muy atractiva pero sí en compartirla con Emilio, en verlo en acción. Le excita la idea de obligar a Emilio a acostarse con una mujer y estar él para ver como se comporta. En cierta manera lo está probando, quiere ver lo que es capaz de hacer por el y también quiere verlo desnudo, estar en la cama sin llamar la atención. Emilio está muy nervioso.
--No me pidas esto… No seré capaz.
Las caricias de Carlos lo están poniendo bien cachondo y además no es capaz de decirle nada.
--pues cierra los ojos. Tú te pones debajo y no ves nada. Piensa en el.chico que más te guste
Todo saldrá bien…
Carlos va arrastrando a Emilio. En realidad no le dice que sí. Carlos sabe que Emilio siempre hará lo que él quiera y eso le gusta. Le gusta sentir que lo domina y sin recibir nada a cambio porque no lo va a corresponder.
La chica vive sola en un apartamento cercano a la disco. Carlos casi tiene que ir arrastrando a Emilio.
--esto no es buena idea…
--venga que somos amigos… todo vale. Será una manera de conocernos más…
Esto hace que Emilio no se oponga. Carlos camina deprisa y eso enciende a Emilio. Le gusta esos jeans caídos, las arrugas que se la hacen, a veces se le ve un poco los bóxers. Aunque le da asco la presencia de la chica… ¡Carlos estará desnudo¡ Y eso lo hace tener a 100. Nunca ha visto a Carlos desnudo en su totalidad, en todo su esplendor y ahora estarán juntos. Prefiere concentrarse en eso. No tendrá otra oportunidad de tener un momento más sexual que ese. Carlos llama coqueto al apartamento de la chica.
--aquí estamos, linda.
--¿y tu amigo no ha venido?
--Si claro….
Sorprendido mira a su lado, Emilio ha quedado atrás. Aterrado. Le excita ver a Carlos desnudo pero le da miedo y asco la chica. Carlos lo va arrastrando hacia él. Emilio no se despega de Carlos, lo tiene bien abrazado. A la chica le excita mucho la unión de esos dos chicos, el cariño que se ve entre ambos y desea estar en medio. Les hace un strip-tease para ponerlos cachondos y no se da cuanto que están más pendiente el uno del otro que de ella. Ni al propio Carlos le interesa en absoluto la chica. La única mujer que le ha hecho sentir algo y no sexual es Isabel. Esa chica le interesa por estar por Emilio. La chica está muy cachondo.
--¡¡venga, venga…¡ ¡¡desnudaos¡
Eso ya le gusta a Emilio y también a Carlos. Se van mirando de reojo, descubriendo sin secretos el cuerpo del otro. Ella está encantada.
--los dos sois guapísimos… ¡que bien nos la vamos a pasar¡
Emilio y Carlos se sonríen. Sí, ellos piensan lo mismo . El uno piensa del otro que es guapísimo. Ella los agarra de las manos y se los lleva con ella a la cama. Emilio es puro hielo, almenos en lo que se refiere a ella. La chica va besándose con los dos a la vez y como si fuera accidente Carlos y Emilio se van besando también. Están muy sofocados. Emilio tiene una fuerte erección pero por Carlos. Le pone cachondo ver como le está haciendo una mamada a Carlos, ver a Carlos excita, ver a Carlos con su verga a punto de reventar. La chica va acariciando a los dos chicos y Emilio aprovecha para magrear con fuerza el cuerpo de Carlos. Siente sed. Le gustaría ser él quien le hiciera la mamada a Carlos. Cierra los ojos cuando le toca el turno a él, piensa que es Carlos quien le hace el trabajo. Emilio se tumba en la cama, él le da a ella por detrás y Carlos encima. Emilio y Carlos se están tocando y eso los tiene a los dos bien cachondos. Emilio le agarra el culo. Carlos hace que no se entera. A Carlos le excita calentar a Emilio. Se la saca para eyacular, no le preocupa manchar a Emilio. Se disculpa como si hubiera sido un accidente pero a Emilio lo ha puesto a 100. La chica en seguida se fuma un cigarro y ellos se van vistiendo. Emilio está ardiente. Ha sido su primera vez con una chica pero le da igual, no ha sentido nada, A parte del deseo de estar con Carlos. El haberlo visto desnudo y en acción aumenta la frustración de Emilio por saber que nunca ocupará el lugar de la chica en brazos de Carlos.
--¿volvemos a la disco? –dice Carlos amable.
Ninguno de los dos se preocupa de la joven. Carlos ya piensa que en algún momento se le podrá escapar a Emilio y en el baño encontrará a alguien que le haga gozar de verdad. No le será fácil.
--espérame aquí… voy a por bebidas –dice Carlos.
Emilio lo sigue al baño.
--¿qué haces aquí? –Carlos.
--me han dado ganas.
Los dos orinan juntos. Se ven sus vergas de nuevo y eso aviva aún el deseo de Emilio. Están los dos solos. Carlos frente al espejo lavándose las manos. Emilio siente que si no tiene nada con él se va a volver loco. Ha pasado demasiado tiempo reprimiéndose y ya no puede más. Emilio lo abraza por la espalda. Le acaricia muy dulce la barriga. Poco a poco va metiendo la mano en el pantalón, mete sus dedos en el vello genital. Le roza la verga. El guapo lo empieza a mirar raro.
--¿qué haces?
--venga, que te va a gustar. Yo la mamo mejor que una tía.
Carlos se dice así mismo que no debe hacerlo, que eso perjudicará mucho su amistad pero le gusta el chico.
--venga vamos… --dice Carlos señalando el váter.
Emilio cree que está soñando.