martes, 18 de agosto de 2020

Capitulo 2






Un joven de unos 17 años, entra en el lavabo del cine. Ahí está otro chico de 18 años. Los dos se ponen nerviosos. El uno mira con miedo pero para ver si el otro mira. La vista del uno se clava en los genitales del otro. Se han gustado. El de 18 años pasa por detrás de él. Le roza la mano. El otro se estremece Antes de salir, el de 18 lo mira. Le guiña el ojo. El de 17 está muy excitado. Se la sacude y se la guarda. Sigue al otro con prisa. Al rato están los dos en el auto del de 18 que está en el volante. Al lado el de 17. Los dos se masturban mirándose con deseo. Van acercando sus labios el uno a los del otro y se besan ardientemente. Se miran mucho, están los dos disfrutando, los dos con ganas de gozar. El adolescente está experimentando cosas nuevas y está muy ansioso. Se miran, los dos se preguntan si el otro querrá algo más. El adolescente se tira encima del de 18 y traga su herramienta sexual. El chico cierra los ojos satisfecho mientras le acaricia la cabeza. Los dos disfrutan mucho. En un momento dado el de 18 le quiere sacar la verga de la boca al de 17 que no quiere pero el otro insiste.
--Espera, espera… --jadea--creo que me queda un condón…
Se miran nerviosos y excitados. De la guantera saca un preservativo. Se lo muestra al otro guiñándole el ojo.
--¿Te apetece?
El adolescente estaba deseando conocer todos los secretos del sexo.
--Si claro.
El adolescente tiene cara de susto, de estar viviendo su primera vez pero no se lo dice. El de 18 se pasa a los asientos de atrás mientras le dice:
--Ven, sígueme,
En un momento dado, el adolescente tiene el trasero del chico casi en su cara y le excita mucho. El de 18 lo ayuda a pasar a la parte de atrás. Se siguen besando un rato más mientras se van sacando las camisetas y se comen mutuamente los pezones. Se retuercen de placer.
--Estas temblando--le dice el chico al adolescente.
El chico de 17 no quiere que se note
--No, que va
El de 18 nota su inexperiencia, sus ganas de probar. Trata de ser delicado pero también es apasionado. Le gusta mucho ese adolescente y el estar profanando su cuerpo es algo que lo excita mucho. El adolescente está con la boca en el asiente, trasero arriba mientras que el otro ya lo ha desnudado. Con su gordo rabo entre las manos le va diciendo:
--Es tu primera vez… a lo mejor te duele
--No, para nada lo he hecho millones de veces… hasta con un tío mío.
El de 18 le sonríe. Es la confirmación de que es virgen. No le dice nada, pasa del preservativo y se la clava. El de 17 cierra los ojos, le preocupa que le duela, que quede en ridículo, le duele menos de lo que pensaba. Un poco al metérsela que muerde el asiento pero en seguida esa lanza que lo está taladrando se acopla perfectamente a él. Disfruta mucho. Después que ya se ha estrenado, el chico de 17 lo que quiere es desaparecer. No es algo que desee que su entorno sepa y por eso cuanto menos se relacione con el chico que ha conocido.
--oye no te vayas. No me he presentado. Me llamo Iván ¿porqué no nos vamos a dar una vuelta?
Lo mira pícaro:
--ahora ya nos conocemos bien.
El adolescente ni le dice su nombre. Ha disfrutado mucho pero ahora lo que más quiere es que lo olvide.
--¡no puedo, tengo prisa¡
El adolescente no se da cuenta que al ponerse los jeans la billetera queda en el auto. Se abrocha los pantalones.
--me gustaría volver a verte –le dice Iván al que el chico le gusta mucho.
--¡no, no creo¡
El adolescente está tan apurado. Baja del auto con la camisa y los zapatos en la mano. Iván se da cuenta que se le ha perdido la billetera.
--¡oye, espera¡
El adolescente tema que le quiera reclamar algo y se va corriendo descalzo y sin camisa. Iván abre la billetera. Su documentación.
--Carlos Cabrera… vaya con estos virgencitos --dice divertido.
Iván ve la tarjeta de un hotel.
--seguro que está aquí
También la foto de una chica.
--¿¿¡con novia?¡
Pone mala cara.
--así que ahora lo que quiere es que yo desaparezca
Se ríe dando golpes con su billetera.
--pues no le va a ser tan fácil
Carlos corre hasta que se lastima un pie y entonces se calza. Se calma al ver que Iván no lo sigue. Trata de relajarse.
--no va a pasar nada. El tipo quería lo mismo que tú y aunque quisiera no sabe como localizarme.
Se pone la camisa y sonríe tranquilo.
--Es lo que yo quería¡por fin…¡ ¡se me ha dado¡



Llega al hotel algo aturdido. Ha gozado con Iván.
--pero yo amo a mi Isa.
Se siente un poco culpable por gozar del sexo con un chico. Trata de convencerse así mismo que no pasa nada.
--No soy gay. Es sexo no amor. No tiene nada que ver.
El gozo que aún tiene clavado en la piel hiere a su corazón Tiene ganas de hablar con ella. Agarra el teléfono.
--por favor… con Isabel –dice al padre de la muchacha.
Se pone la chica de la foto. Carlos es muy cariñoso con él.
--Isa, mi amor. ¿cómo estás?
Ella se muestra fría pero es para hacerse desear.
--te hecho mucho de menos –le dice él.
--¿y porqué te has ido? –le reclama ella.
Carlos siente culpa pero es que deseaba alejarse de todo. Su parte gay lo estaba quemando y no se animaba a lanzarse en su ciudad. En unos días se irá e Iván quedará en su pasado para siempre.
--sólo son unos días. Es que necesitaba alejarme…
Isabel se hace un poco la víctima:
--seguro que lo que querías era estar con otra.
Carlos siente los celos de ella y le gusta. Piensa que tal vez alejarse haya sido lo mejor porque él ha obtenido lo que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos y además parece que Isabel se está dando cuenta que lo quiere aunque sea un poco.
--Ya sabes que te amo a ti.
--Sólo somos amigos…
De nuevo fría y a Carlos le pone triste.
--Pero sí me tienes a tus pies cuando me vas a dar el si.
Isabel sonríe excitada. Se hace la desinteresada.
--no sé.
A la joven le gusta mucho que le vayan detrás.
--bueno ya nos veremos –dice fría.
--¡espera, no me cuelgues¡
Pero Isabel ya le ha colgado. El corazón de Carlos está latiendo con fuerza. Suspira enamorado aunque también está triste. Le duele porque ella no le corresponde y le duele porque él le ha fallado. Se lleva las manos a la cabeza. Se levanta de la cama y se mira al espejo. Es como si quisiera asegurarse que nada en su cuerpo ha cambiado, que sigue siendo el mismo.
--el que me haya gustado el sexo con un chico no me hace gay, las mujeres son más frías. Era sólo sexo. No hay amor, no hay deseo.
Él mismo se quiere auto-convencer de que no tiene nada de malo lo que ha hecho pero no desea que nadie se entere que ha estado con un chico y lo tiene tranquilo pensar que Iván no pueda localizarlo. Está muy sudado. La emoción, los sofocos, el cansancio, el placer. Se da una buena ducha fría. Luego se viste y más relajado se va da vuelta por el hotel. Justo en recepción ve a Iván que entra.
--¿¿qué hace este aquí?
Carlos lo mira aterrado. Estaba convencido que nunca más volvería a ver Iván. Tiene miedo porque no sabe en qué plan se le quiere acercar. Piensa que tal vez le quiera hacer un escándalo, contar a todos lo que pasó. Sale corriendo. Iván lo llama.
--No te vayas… hey espera…
Carlos huye nervioso. Le tiembla todo, está asustado.

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