miércoles, 19 de agosto de 2020

Capitulo 21


Emilio llega a su casa con una sonrisa en los labios. No volverá a ver al chico que tan feliz le ha hecho, el doble de Carlos. No le parece tener que pagar para tener sexo y además lo que quería era vivir el sueño de sentir que hacía el amor con su amado Carlos y ya lo ha logrado y lo ha disfrutado. Se tumba en la cama entusiasmado.
--¡hoy es el día más feliz de mi vida¡
Juan está tumbado en su cama. Lo mira con tristeza.
--Me alegro por ti, yo he tenido un día…
Se calla porque no sabe si decir bueno o malo. El recuerdo de su cuerpo fundiéndose en el de su amada lo hace estremecer pero luego le viene a la mente que Carlos los vio, que ella lo rechazó y eso lo llena de angustia. Emilio se preocupa. Se levanta. Se siente al lado de su hermano. Al verlo de cerca se da cuenta de su rostro golpeado. Lo acaricia con cuidado y preocupado dice:
--¿qué te pasó?
Juan es un hombre enamorado y un hombre que sufre y además que tiene miedo. Sabe que las consecuencias de sus actos pueden ser duras. 
--En que lío me he metido.
--¿Te puedo ayudar?
Juan se calla. Emilio se tumba a su lado.
--sé que estamos un poco distanciados pero yo te quiero mucho. No me gusta ver que sufras.
Juan le agarra de la mano:
--Me he acostado con la madre de Carlos…
Emilio se incorpora en la cama:
--¿¿¡¡qué?
Juan no mira a su hermano. Lo nota enojado y es lo que menos quiere pero desea que sepa por él lo que ha ocurrido.
--Y Carlos nos ha visto.
Emilio se levanta de la cama y se muestra desesperado:
--¡¡Carlos te hizo esto?¡
Juan calla y eso es una confirmación. Emilio furioso. Grita de rabia, ahora es posible que Carlos no quiera volver más a la casa.
--¡¡has puesto en peligro la relación de Isa con Carlos¡
Juan lo que menos necesita es otro reclamo:
--¡ya lo sé, Isa casi me mata¡ ¡¡parecía una novia celosa¡
Eso sorprende mucho a Emilio:
--que raro si estoy seguro que no ama a Carlos… No entiendo porqué se puso así.
A Juan le pasa lo mismo. Igual esa no es la cuestión que le preocupa a Emilio:
--¡Carlos me gusta, lo amo y por tu culpa ahora nos va a odiar¡
--Lo que ha pasado no tiene nada que ver con Isa ni contigo.
--¡si dejo de ver a Carlos por tu culpa no te voy a perdonar nunca¡
Juan se derrumba, le duele el odio de su hermano:
--no me digas esto. Si me fallas tú ¿Quién me va a quedar?
Aunque está preocupado, Juan es una parte muy importante de su vida y no quiero ponerlo por delante de un amor que está seguro que nunca le va a corresponder. Le agarra de la mano:
--Yo siempre te voy a apoyar aunque no esté de acuerdo en lo que haces.
Emilio le da a Juan el abrazo que necesita. Luego más tranquilos, hablan de la hermana.
--y qué raro lo de Isa ¿no? ¿has hablado con ella?
--No he podido. Ha comenzado a golpearme, se ha encerrado en su cuarto y no ha querido hablar conmigo.
Ninguno de los dos sabe cómo tomarse la extraña relación de su hermana y no dicen nada.
--Esperaré un rato más y miraré de hablar con ella –añade Juan.

Todos ya duermen, almenos eso cree Isabel. La joven tiene muy mala cara. Va a tomar un vaso de leche. La sobresalta la presencia de Juan. El joven va en bóxers. Eso sofoca a la chica que se quiere ir.
--déjame –le suplica.
Él la agarra del brazo.
--No, tú y yo vamos a hablar.
Isabel le ruega que la deje pero él quiere saber lo que ocurre. Se miran con intensidad.
--¿en serio quieres que te lo diga? –le pregunta ella desafiante.
Juan no dice nada. Siente algo en la mirada de ella que no puede controlar y que se le clava dentro. Ella lo besa y él responde aunque luego se arrepiente. Se acaricia el pelo.
--¡¡¿¿qué haces?
Isabel lleva ese secreto callado por tiempo. Por eso nunca ha podido concretar ni con Carlos ni con otro.
--Ahora ya lo sabes.
A Juan lo que más le preocupa es que él ha sentido cosas, que le ha gustado el beso de su hermana.
--¡somos hermanos¡ --dice escandalizado.
--¡no, no lo somos¡
Juan no puede ni quiere aceptar los sentimientos de su hermana.
--¡nos hemos criado juntos, aunque no llevemos la misma sangre somos hermanos¡
Isabel está dispuesta a no callar más.
--Cuando me contaron que soy adoptada, que ni una sola gota de sangre nos une… fui feliz, ya no me sentía extraña.
Juan se tapa los oídos. No la quiere escuchar. Ella le agarra las manos:
--Desde ese día me di cuenta que te amo.
Lo besa. Juan la mira alterado.
--Haré que esto no pasó. Soy tu hermano
Los dos están muy atormentados.


1 mes después… Emilio y Carlos se encuentran en las escaleras de la escuela. Emilio se emociona al verlo. Ni en casa ni en la escuela.
--Pensé que no te volvería a ver, No sabes lo que te he echado de menos.
--¿porqué no me llamaste tú? –a Emilio molesto.
Emilio no contesta. Hay un silencio, él se va y Emilio lo sigue. Va detrás de él. El guapo no le hace caso. Camina muy deprisa. Emilio le suplica. Le sorprende el reproche de Carlos.
--¡Yo quería hacerlo pero no sé si tú me querías escuchar¡
--Me hubiera ido bien saber que no estás de parte de tu hermano.
Carlos se muestra tenso, Emilio está ansioso:
--¡Te cambiaste de clase, creí que no me querías ver. Ya no me pides los apuntes. Creí que no me querías ver¡
Carlos se para. No mira a Emilio. Le emociona la desesperación de él. Emilio sabe que la no-relación de Isabel con Carlos está en el aire y le da miedo perder el contacto con Carlos. Le duele darse cuenta que sufre, que lo pasa mal y no sabe que decirle.
--Yo te pido perdón por el daño que te ha hecho mi hermano. Yo estoy de tu lado pero tampoco me puedo poner contra él.
Carlos se gira.
--tú no tienes la culpa.
Se muestra más amable. Emilio lo ama. No concibe la vida sin verlo a diario. Ha intentado verlo a escondidas en el bar pero no quería molestarlo. Ahora no se puede callar.
--Yo daría mi vida por ti.
Carlos se sigue aferrando al amor de Isabel y no lo acepta. Sabe que al lado de Emilio sería difícil ocultar que es gay y además Isabel es especial para él y no quiere renunciar a una relación con ella. Como no quiere ir a la casa y es el día de los enamorados le da a Emilio dinero para que le compre un ramo de flores a la hermana.
-- la vez que hice que se lo trajeran me tardaron una semana y me hicieron quedar mal.
--Si, me acuerdo.
Carlos guarda un poco las distancias pero se muestra más amable. Emilio está encantado de hacerle un favor.

Juan por su lado ha ido a buscar a su amada para llevarle flores. Ésta le ha tirado el ramo y le ha dicho que no vuelva más. El joven calma su despecho con el alcohol. Llega a la casa totalmente borracho. Sólo está Isabel en la calle. 
--¡como lleguen los viejos te va a ir mal¡
Isabel acompaña a su hermano a la ducha. Está preocupado por él y excitada por como le queda la ropa pegada al cuerpo. Él llora:
--Nadie me quiere.
Isabel es muy cariñosa con él:
--Yo te amo¡yo te amo¡
Ella lo mira con pasión y él no se le resiste. Se besan besando mientras van hacia la habitación de ella
--esto no está bien, nada bien –balbucea él torpemente por su borrachera.
Sabe que no es correcto pero las copas de más le impiden razonar del todo.
--¡¡te amo, te amo¡ --le dice ella mientras lo va desnudando.
Caen el uno en el cuerpo del otro. Desnudos sobre la cama, fornicando de una manera prohibida y apasionada.

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