miércoles, 19 de agosto de 2020

Capitulo 17








Emilio entra en la habitación de sus padres. El guapisimo Carlos está tumbado en la cama leyendo una revista. Sin camisa. Emilio arde.
--¡¡que guapo es¡ ¡¡que bueno que está¡ --murmura saltando de alegría.
Emilio está amando y deseando a ese pretendiente de su hermana que ahora tiene metido en su casa. 
--Es la habitación de mis padres y nadie me puede prohibir el paso –se iba diciendo antes de animarse a entrar.
Lo que deseaba era interrumpir a Carlos en la intimidad.
--imagina que esté desnudo –se iba diciendo.
Le da rabia que se haya mostrado en bolas ante Juan, que duerman juntos, que se masturben juntos y a él lo tengan de lado. Era una travesura que quería hacer, entrar en esa habitación para verlo a él y con cuanta menos ropa mejor. Ahora que lo tiene delante y sin camisa, se queda paralizado. Carlos es el chico más guapo que ha conocido nunca. Nadie le había despertado esos sentimientos Se queda unos segundos en shock por la bella estampa que está contemplado. Carlos se incomoda un poco.
--¿necesitas algo? –le pregunta algo tenso.
Emilio se ruboriza.
--No bueno… sí…
Carlos sin camisa, tumbado en la cama. Lleva un pantalón corto que le hace un bultazo en la entrepierna que tiene a Emilio babeando. 
--perdona… --balbucea Emilio.
Al chico ya incluso se le ha olvidado la excusa que se había inventado para entrar en la habitación de sus padres. Está muy sofocado por la presencia del casi desnudo Carlos.
--una toalla… es que me quiero duchar...
Ha hablado muy nervioso pero ya lo ha dicho, ya tiene la excusa. Nadie ahora le puede reclamar que haya entrado para ponerse cachondo por ver a Carlos sin camisa. Emilio sonríe con cierta timidez:
--lo siento…
Carlos le sonríe con cierta simpatía (algo que derrite a Emilio) y con gestos le dice que no importa. Emilio va hacia el armario, de reojo no deja de mirar a Carlos.
--¿te pasa algo?
Emilio se ruboriza.
--no, nada… nada… Ya está… ya encontré mi favorita… --dice mientras hurgaba en el fondo del armario para estar más rato con el chico que le gusta.
Aún en la puerta, Emilio se queda un rato admirando la belleza de Carlos. Éste lo mira de reojo con mala cara. No llega a decir nada porque a Emilio le da miedo que Carlos se enoje con él y se va corriendo. Se encierra en el baño sofocado. Caliente. Cachondo. Se desnuda pensando en Carlos. Trata de bajarse la calentura. Un buen chorro de agua fría cae sobre su cabeza, acaricia su torso, sus genitales… Se va tocando esa parte mientras piensa en el torso de Carlos, en la verga de Carlos, en Carlos en general. Le gusta mucho ese chico y desde soñó que se casaban aún más. Le encantaría que ese sueño se le hiciera realidad. Por el momento se da placer pensando en la vez que vio como Carlos y su hermano se masturbaban juntos. 










Muy exaltado, Emilio va a ver a Conchi.
--chica relájate, que estás a cien. Te va a dar algo –le dice Conchi con ironía.
Emilio está muy ansioso, tiene ganas de saltar, de gritar al mundo lo enamorado que está de Carlos, lo feliz que le hace estar viviendo con él y a la vez el dolor que le causa no tenerlo en su vida.
--Es que me gusta mucho. Me voy a volver loco tenerlo cerca y no poder ni tocarlo
--bueno pues lánzate.
--Estás loca. ¡no es gay¡ ¡¡y está enamorado de mi hermana¡
--¿pero no dices que oyes como todas las noches se pajean él y tu hermano? –pícara.
--Bueno, ahora ya cierran la puerta pero oigo la película… --timido.
--pues entra como si nada y te metes entre ellos.
--¡Juan me mata…¡ --asustado, casi escandalizado.
--¿y qué diría vuestra madre si sabe que Juan ha estado mirando pelis pornos ? Favor por favor –dice ella pícara.
--¿es que pretendes que chantajee a mi hermano? –sorprendido.
--que palabra tan fea… --dice ella burlona--No… sólo que te aproveches, que te metas en la ducha con él… ¿no lo hace tu hermano? ¡¡pues porque no tú también¡?
--ojala me atreviera –murmura Emilio.
No quiere hacer nada que dé a entender a Carlos que sólo lo busca para sexo. Tampoco quiere buscarse un problema con su hermano.

En la noche, Isabel está encerrada en su habitación. El tener a Carlos todo el día encima al principio le gustaba pero ahora la ha acabado cansando. Emilio se mantiene al margen preocupado que haya una ruptura en la posible pareja.
--¡si pasa eso me muero¡ --dice para sí.
Carlos está molesto porque la hermana no le hace caso. Emilio lo oye hablar con Juan y Emilio siente rabia de no estar con él. En un momento dado va al salón. Carlos está solo sentado en el piso y  Emilio se estira en el sofá.
--bien hecho –le dice Carlos pero él se va a otra habitación.
A Emilio le da rabia que Carlos huya de él y como Juan está hablando con Isabel pues se anima y sigue a Carlos. El guapo se sienta en la cama y Emilio le ve su apetitoso culo. Carlos está triste por el cabreo de la hermana. Emilio está nervioso pero piensa que Carlos está en su casa, que lo ve mal y que no tiene nada de malo que se preocupe por él. 
--¿te puedo ayudar en algo? Si necesitas hablar --pregunta Emilio tímido.
Carlos mira a Emilio con cierto cariño y eso anima a Emilio a acercarse.
--Ya sabes a Isa parece que le molesta que esté aquí pero me gusta estar aquí… en mi casa no me hacen caso –Carlos.
Emilio se sienta en la cama. Hablan un rato. Emilio le tiende la mano y él la agarra. Emilio siente que no puede más. Las palabras de Conchi “lánzate” se le vienen a la mente una y otra vez. No encontrará mejor oportunidad. Se acerca a Carlos y lo besa en la boca. El cuerpo de Emilio a tocar del otro. Carlos disfruta ese beso. Su cuerpo echa de menos el calor del cuerpo de otro hombre y está apunto de dejarse arrastrar por los sentimientos de Carlos. Lo va a abrazar mientras responde a ese beso pero se aparta. Le ha gustado y no puede mostrarse enojada. Se hace el sorprendido.
--¿Qué haces?
Emilio se ruboriza. Se levanta nervioso. Tiene que inventar una excusa fácil. Se ha dejado llevar y aunque por unos segundos a probado el sabor de los labios del chico que le tiene loco. En el momento que lo besaba no pensaba en nada, en las consecuencias, sólo gozaba. Le hubiera gustado que el mundo se paralizara. Ahora le da miedo que Carlos se enoje con él. Tiene que mostrarse tranquilo, como si hubiera sido un beso de hermano:
--No, nada… es que te quería dar un beso en la mejilla.
Carlos sabe que no es cierto pero está tan excitado como él, lo ha disfrutado pero se lo calla prefiere hacerle pensar que cree en su versión.
--Tranquilo. No pasa nada, menos mal que nadie nos vio o nos hubieran malinterpretado.
Carlos se muestra seguro, quiere hacer sentir a Emilio que son como hermanos aunque por dentro está revolucionado. Emilio fuerza una sonrisa. No dice nada y sale de la habitación. Se encierra en la suya, se tumba en la cama. Está eufórico.
--¡LO BESÉ… LO BESÉ¡
Se acaricia los labios, cierra los ojos y rememora ese momento. Suspira enamorado.
--te amo, te amo.
Emilio está feliz. Carlos también ha quedado impresionado por el beso. Saborea ese beso:
--lastima que sea el hermano de Isa, es muy arriesgado.
Sabe que Emilio come de su mano, que haría lo que fuera por él pero no se quiere arriesgar…

Emilio está hablando por su celular con Conchi. No puede esperar.
--¡es que si no me hablas más despacio no te entiendo…¡¿qué es lo que has hecho?¡
Emilio no quiere alzar mucho la voz para evitar que sus hermanos lo oigan pero no quiere esperar a contar de su hazaña a su amiga.

Por su lado cuando Juan entra en la habitación se sorprende al ver a Carlos preparando su bolsa para irse.
--pero tío, ¿qué haces?
Carlos ha estado apunto de caer en los brazos de Emilio y es algo que no se puede permitir ya que desea tener una relación con Isabel y con Emilio como amante sería imposible así que prefiere evitar lo más posible a Emilio y vivir con él no es la solución. Como le ha gustado no le parece justo delatar a Emilio así que sólo dice:
--he estado pensando que aprovechando un par de días que tengo libre aprovecharé para visitar un amigo que vive fuera de la ciudad y que hace mucho que no veo.
Juan siente cariño por Carlos y le gusta tenerlo junto a él.
--espero que no sea por algo que te haya molestado que hayamos hecho.
Juan no lo dice pero piensa en Emilio. Carlos lo niega. Los dos amigos se funden en un abrazo de despedida aunque es sólo un hasta luego Carlos ya deja claro que seguirá viniendo de visita como siempre.

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