jueves, 20 de agosto de 2020

Capítulo 25


Han pasado varias semanas y Emilio ha seguido al lado de Carlos amándolo en silencio. Quemando su amor pero siendo feliz a la distancia. La compañía de Roque lo ha ayudado. Se levanta desnudo de la cama. Roque queda desnudo en ella.
--No te vayas.
--tengo un compromiso.
Emilio se viste deprisa y se va. Los dos se llevan bien pero Roque sabe que hay algo más importante que él y nunca ha sabido qué. Ese algo es Carlos.
--gracias por venir.
--No podía perdérmelo--dice Emilio sofocado.
Es el 18 cumpleaños de Carlos… Lo celebra en la discoteca de moda. Ambos están muy contentos. 
--venga, bebe tú también--le va diciendo Carlos.
Carlos bebe bastante. Emilio sólo cuando Carlos le da de su copa. Le excita beber de donde ha bebido él. Posar sus labios donde antes lo ha posado Carlos. Ese intercambio salivar por medio de la bebida. Ambos fuman. Comparten el mismo cigarro. Es algo que a los dos les excita bastante. Esos labios, Emilio los desea tanto. Carlos lo mira de reojo. Le encanta el cuerpo de su amigo. Ahora que está borracho podría tal vez dejarse llevar. El amor de Emilio hacia él le hace sentir importante. Saber que Emilio está a su lado frustrando su amor, un amor que él no le quiere dar porque tiene miedo a perder la amistad de Emilio, porque tiene miedo a decepcionarlo. Carlos sabe que podrá encontrar otro quien haga gozar su cuerpo pero no le será tan fácil encontrar un amigo, alguien que lo quiera de una manera incondicional como lo está amando Emilio. 
--¿vamos a bailar? –Carlos.
Emilio hace que sí con la cabeza. Está muy excitado. Aunque han venido con otros amigos de Carlos, Emilio no se separa de él y Carlos no le dice nada. Se lo permite y eso a Emilio lo hace muy feliz. Van al centro de la pista bailan muy alocadamente tocando mucho sus cuerpos lo que excita mucho a ambos. Carlos está totalmente borracho, Emilio también está ebrio pero ebrio de amor. Una joven no le saca los ojos a ninguno de los dos. Se mete en medio. Carlos le sigue el juego a la chica pero Emilio se para mientras que ve que ella le coquetea. Carlos y la joven se dicen algo al oído y ésta se va mirándolos a los dos cachondo. 
--¿¿y está qué quiere? –Emilio con desprecio.
Carlos le agarra del brazo:
--coger con los dos.
Emilio pone cara de sorprendido y asco. Carlos va estirando a Emilio hasta la salida.
--venga, que nos lo vamos a pasar muy bien…
Emilio está aterrado.
--No, no… ve tú…
Le atormentan los celos pensar que Carlos quiera estar con esa chica pero se resigna. Carlos se gira y mira a Emilio coqueto.
--No seas así, hazlo por mí. Ella quiere con los dos, no me puedo presentar solo.
Emilio está muy sofocado. La idea de ver a Carlos haciendo el amor con una chica es atrayente. Nunca pensó que tendría esa posibilidad pero el precio es demasiado alto. 
--Tú sabes que soy gay.
Carlos le guiña el ojo. Le pone la mano en las mejillas. Le habla con mucho cariño y Emilio se derrite. Esos labios, cómo le gustaría lanzarse hacia los labios de su amado. 
--hazlo por mi… ¿nunca has estado con tía?
--no
--Tu haz lo que yo.
Carlos no tiene ningún interés en esa joven pese a que es muy atractiva pero sí en compartirla con Emilio, en verlo en acción. Le excita la idea de obligar a Emilio a acostarse con una mujer y estar él para ver como se comporta. En cierta manera lo está probando, quiere ver lo que es capaz de hacer por el y también quiere verlo desnudo, estar en la cama sin llamar la atención. Emilio está muy nervioso.
--No me pidas esto… No seré capaz.
Las caricias de Carlos lo están poniendo bien cachondo y además no es capaz de decirle nada.
--pues cierra los ojos. Tú te pones debajo y no ves nada. Piensa en el.chico que más te guste
Todo saldrá bien…
Carlos va arrastrando a Emilio. En realidad no le dice que sí. Carlos sabe que Emilio siempre hará lo que él quiera y eso le gusta. Le gusta sentir que lo domina y sin recibir nada a cambio porque no lo va a corresponder. 






La chica vive sola en un apartamento cercano a la disco. Carlos casi tiene que ir arrastrando a Emilio.
--esto no es buena idea…
--venga que somos amigos… todo vale. Será una manera de conocernos más…
Esto hace que Emilio no se oponga. Carlos camina deprisa y eso enciende a Emilio. Le gusta esos jeans caídos, las arrugas que se la hacen, a veces se le ve un poco los bóxers. Aunque le da asco la presencia de la chica… ¡Carlos estará desnudo¡ Y eso lo hace tener a 100. Nunca ha visto a Carlos desnudo en su totalidad, en todo su esplendor y ahora estarán juntos. Prefiere concentrarse en eso. No tendrá otra oportunidad de tener un momento más sexual que ese. Carlos llama coqueto al apartamento de la chica.
--aquí estamos, linda.
--¿y tu amigo no ha venido?
--Si claro….
Sorprendido mira a su lado, Emilio ha quedado atrás. Aterrado. Le excita ver a Carlos desnudo pero le da miedo y asco la chica. Carlos lo va arrastrando hacia él. Emilio no se despega de Carlos, lo tiene bien abrazado. A la chica le excita mucho la unión de esos dos chicos, el cariño que se ve entre ambos y desea estar en medio. Les hace un strip-tease para ponerlos cachondos y no se da cuanto que están más pendiente el uno del otro que de ella. Ni al propio Carlos le interesa en absoluto la chica. La única mujer que le ha hecho sentir algo y no sexual es Isabel. Esa chica le interesa por estar por Emilio. La chica está muy cachondo.
--¡¡venga, venga…¡ ¡¡desnudaos¡
Eso ya le gusta a Emilio y también a Carlos. Se van mirando de reojo, descubriendo sin secretos el cuerpo del otro. Ella está encantada.
--los dos sois guapísimos… ¡que bien nos la vamos a pasar¡
Emilio y Carlos se sonríen. Sí, ellos piensan lo mismo . El uno piensa del otro que es guapísimo. Ella los agarra de las manos y se los lleva con ella a la cama. Emilio es puro hielo, almenos en lo que se refiere a ella. La chica va besándose con los dos a la vez y como si fuera accidente Carlos y Emilio se van besando también. Están muy sofocados. Emilio tiene una fuerte erección pero por Carlos. Le pone cachondo ver como le está haciendo una mamada a Carlos, ver a Carlos excita, ver a Carlos con su verga a punto de reventar. La chica va acariciando a los dos chicos y Emilio aprovecha para magrear con fuerza el cuerpo de Carlos. Siente sed. Le gustaría ser él quien le hiciera la mamada a Carlos. Cierra los ojos cuando le toca el turno a él, piensa que es Carlos quien le hace el trabajo. Emilio se tumba en la cama, él le da a ella por detrás y Carlos encima. Emilio y Carlos se están tocando y eso los tiene a los dos bien cachondos. Emilio le agarra el culo. Carlos hace que no se entera. A Carlos le excita calentar a Emilio. Se la saca para eyacular, no le preocupa manchar a Emilio. Se disculpa como si hubiera sido un accidente pero a Emilio lo ha puesto a 100. La chica en seguida se fuma un cigarro y ellos se van vistiendo. Emilio está ardiente. Ha sido su primera vez con una chica pero le da igual, no ha sentido nada, A parte del deseo de estar con Carlos. El haberlo visto desnudo y en acción aumenta la frustración de Emilio por saber que nunca ocupará el lugar de la chica en brazos de Carlos.
--¿volvemos a la disco? –dice Carlos amable.
Ninguno de los dos se preocupa de la joven. Carlos ya piensa que en algún momento se le podrá escapar a Emilio y en el baño encontrará a alguien que le haga gozar de verdad. No le será fácil.
--espérame aquí… voy a por bebidas –dice Carlos.
Emilio lo sigue al baño.
--¿qué haces aquí? –Carlos.
--me han dado ganas.
Los dos orinan juntos. Se ven sus vergas de nuevo y eso aviva aún el deseo de Emilio. Están los dos solos. Carlos frente al espejo lavándose las manos. Emilio siente que si no tiene nada con él se va a volver loco. Ha pasado demasiado tiempo reprimiéndose y ya no puede más. Emilio lo abraza por la espalda. Le acaricia muy dulce la barriga. Poco a poco va metiendo la mano en el pantalón, mete sus dedos en el vello genital. Le roza la verga. El guapo lo empieza a mirar raro.
--¿qué haces?
--venga, que te va a gustar. Yo la mamo mejor que una tía.
Carlos se dice así mismo que no debe hacerlo, que eso perjudicará mucho su amistad pero le gusta el chico.
--venga vamos… --dice Carlos señalando el váter.
Emilio cree que está soñando.








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